Una breve introducción a Jesús de Nazareth
El niño de Nazaret
En un pueblo llamado Nazaret, vivía un niño llamado Yeshúa. Era un nombre muy común en su época, pero para su familia y amigos él era especial. Todos lo conocían como “Jesús, el hijo de José”, y sabían que venía de una familia de artesanos.
Nazaret era un lugar tranquilo, lejos de las grandes ciudades. No tenía grandes palacios ni mercados lujosos, pero estaba lleno de gente trabajadora. Sin embargo, fuera del pueblo, el mundo era muy distinto. En ese tiempo, el gran imperio romano gobernaba todas las tierras, incluida la de Jesús.
Los romanos eran muy poderosos. Construían enormes ciudades, tenían ejércitos fuertes y hacían leyes para controlar a todos. En algunos lugares, la gente debía rendirle homenaje al emperador como si fuera un dios. Y si alguien se oponía, Roma castigaba con mucha dureza.
Aunque Jesús no conoció a los grandes emperadores, sí veía su influencia en todo lo que lo rodeaba. En su niñez, vivió en un lugar sencillo, sin riquezas ni lujos, pero lleno de historias, caminos y viajeros que traían noticias de tierras lejanas. Con el tiempo, cuando creció y dejó su pequeño pueblo, empezó a recorrer otros lugares, siempre aprendiendo, conociendo gente y llevando su mensaje a quienes lo escuchaban.
Nazaret quizás era un rincón pequeño dentro del enorme mundo del Imperio Romano, pero allí empezó la historia de un niño que, sin saberlo, un día cambiaría la historia para siempre.
Esto es solo el comienzo....
El Profe de Catequesis
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